lunes, 27 de abril de 2009

CENTENARIO CIUDAD DE LA PLATA


El fracaso del alzamiento porteño de 1880, motivado por el recurrente enfrentamiento en el que se hallaba la Provincia de Buenos Aires con la Nación por el control de la Ciudad de Buenos Aires (entonces capital tanto del Estado Provincial como del Nacional), concluyó en la federalización de la ciudad, y por ende, el fin de ésta como capital de la provincia homónima. Dardo Rocha, investido gobernador de la Provincia tras la revuelta, se vio entonces ante la necesidad de instalar su gobierno y administración en otra ciudad.
Una comisión compuesta por Aristóbulo del Valle, Eduardo Costa, Manuel Porcel de Peralta, Eduardo Wilde, José María Ramos Mejía y los ingenieros Francisco Lavalle y Guillermo White, se encargaría junto a Dardo Rocha de inquirir diversas localidades (entre éstas Barracas al Sur, Belgrano, Flores, Microcentro, Campana, Chascomús, Dolores, Lomas de Zamora, Mercedes, Moreno, Olivos, Quilmes, San Fernando, San Isidro, San Nicolás, Zárate y Ensenada) teniendo en cuenta parámetros relativos a la:
Conveniencia para la administración de la provincia.
Calidad de los terrenos en que deba levantarse la nueva ciudad para la edificación y de los circunvecinos para la agricultura, con el propósito de construir obras indispensables a la higiene y comodidad de un futuro gran centro de población (contemplándose a dicho fin la accesibilidad a fuentes de agua potables suficientes para sustentarlo).
Facilidad de comunicar con la capital de la Nación, el interior de la Provincia, otras provincias y el exterior.
Con el objeto de optar por una de ellas para la instalación de la capital de la Provincia. Es así como se concluye que las localidades que reúnen mayor número de las condiciones indicadas para el establecimiento de un gran centro de población son Campana, Ensenada y Zárate, en primer término, y subsidiariamente Quilmes, Olivos y San Fernando, o bien, aquellas asentadas sobre la línea del Ferrocarril del Oeste, desde Moreno hasta Mercedes. A la sazón, luego de rechazar las opciones alternativas, Dardo Rocha se inclinó por Ensenada, contigua al Río de La Plata y conectada con Buenos Aires a través del Ferrocarril Buenos Aires a Ensenada. El 14 de marzo de 1882 anuncia la capitalización de esta localidad.
No obstante, la decisión no contemplaba instalar el gobierno y la administración en la costera Ensenada, sino que se proyectaba el emplazamiento de una nueva ciudad 10 kilómetros tierra adentro en las Lomas de Ensenada. Estos terrenos, poblados por montes, lomas y bañados, recorridos de suroeste a noreste -hasta desaguar en el cercano Río de la Plata- por el Arroyo del Gato (hoy entubado); constituían parte de las propiedades de Martín Iraola, hallándose adyacentes al pueblo de Tolosa (fundado en 1871, y en aquel entonces, habitado por 7000 personas). Para el diseño de la urbe, convocò al Ingeniero Pedro Benoit que trazó los planos de la futura capital de la provincia.
Fundar una ciudad desde sus cimientos constituía un desafío ambicioso, no sólo para los ingenieros y arquitectos que erigirían una ciudad novedosa y fastuosa en comparación con las demás ciudades que se asentaban a lo largo de la República, sino, especialmente, en virtud de que aquello que se levantaba se ungía representante del progreso de la Nación. “La Plata”, tal se decidió denominarla, no habría de relegarse, en la mente de su creador, a ser capital de una provincia. Su nombre argentífero remitía a la Nación, y por ende, su lugar a ocupar era ser la cabeza de la República. Así la contempló hasta su ruina el proyecto político de Dardo Rocha, el cual postulaba consumarse en el acceso a la presidencia de 1886, finalmente malogrado en la disputa con Juárez Celman.
En medio de la incomprensión de sus contemporáneos, de la furibunda crítica de los diarios porteños y de políticos de la talla de Domingo Sarmiento que rivalizaban con Dardo Rocha, éste decreta el 10 de noviembre de 1882 que la fundación de la ciudad se produjera el día 19 del mismo mes y año. Finalmente, en el día establecido para la fundación, en presencia del Gobernador Dardo Rocha y el Ministro Victorino de la Plaza en representación del Presidente Julio A. Roca, se coloca la Piedra Fundamental en una urna enterrada en el centro geográfico de la ciudad (hoy en día, Plaza Moreno).
Desde fines de 1882, los primeros habitantes, legiones de albañiles italianos, comenzaron a ocuparse de las obras fundacionales. En junio de 1883 se empieza a construir el Palacio Municipal de La Plata. Un año más tarde, en 1884, los poderes públicos de la Provincia son instalados definitivamente; impulsando la llegada masiva de empleados públicos.

3 comentarios:

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  2. La verdad que es interesantisimo esto de la filatelia, nunca me lo habia imaginado asi.
    Muy bueno!!

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  3. Hola; estoy buscando la estampilla del Centenario Ciudad de La Plata, los seis sellos completos...Ud. puede saber donde conseguirlo?

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